Limpiar óxido en metal
El óxido puede formarse en algunas superficies metálicas cuando el hierro, el oxígeno y la humedad chocan. Lo mejor es eliminar el óxido en cuanto veas una pequeña mancha porque seguirá corroyendo el metal cuanto más tiempo permanezca en la superficie. Aunque hay docenas de productos comerciales para eliminar el óxido, los ácidos que se encuentran en los productos de la despensa, como el vinagre, el zumo de limón y las patatas, pueden romper los enlaces de pequeñas cantidades de óxido de algunos metales. Si a esto le añadimos la acción abrasiva del bórax, el bicarbonato de sodio o la sal, es posible que nunca tenga que comprar un eliminador comercial.
El cuidado adecuado de sus herramientas y equipos puede prevenir el óxido superficial. Asegúrese de limpiar y engrasar las herramientas de jardín antes de guardarlas, lave y seque a mano los cuchillos de cocina en lugar de meterlos en el lavavajillas, y guarde los artículos metálicos donde estén protegidos de la humedad excesiva.
Cada tipo de metal reacciona de forma diferente cuando se limpia. Antes de comenzar cualquier tipo de limpieza de óxido, consulte el manual del fabricante si lo tiene. Si el artículo es valioso o una antigüedad, consulte a un experto o pruebe primero su eliminador de óxido casero en una zona poco visible.
¿Qué disuelve el óxido en el metal?
Vinagre blanco
Es muy eficaz como removedor de óxido, ya que el óxido simplemente reacciona con el vinagre y se disuelve. Si el objeto del que está eliminando el óxido es lo suficientemente pequeño como para sumergirlo en un baño de vinagre blanco, simplemente déjelo allí durante unas horas y luego limpie la pasta.
¿Cuál es el mejor removedor de óxido para el metal?
Cuando el metal se ha oxidado, tirarlo y comprar un repuesto no siempre es una opción. Puedes eliminar el óxido con ingredientes caseros, como papel de aluminio y un ácido suave como el vinagre blanco, o con productos químicos especiales para eliminar el óxido. Con cualquier método de eliminación del óxido, se necesitará algo de paciencia y algo de grasa para eliminar el óxido. Pero con algo de tiempo y esfuerzo, podrás eliminar el óxido de muchas superficies metálicas.
¿Tiene alguna herramienta que se haya oxidado? ¿O quizás una valla metálica? ¿Quizás las baldosas de su patio tienen marcas de óxido dejadas por los muebles de jardín oxidados? Pues le alegrará saber que hay varias formas de eliminarlo.
El óxido es simplemente una reacción química que se forma en el hierro cuando se expone al agua y al oxígeno. Es de color marrón rojizo y de textura gruesa. Es un tipo de corrosión y, si se le da el tiempo suficiente y el entorno adecuado, convertirá cualquier objeto de hierro en óxido y se desintegrará por completo.
Si algo se ha oxidado, no significa necesariamente que ya no se pueda utilizar o que haya que sustituirlo. Algunas formas de eliminación pueden requerir mucho tiempo y quizás un poco de trabajo duro, pero la mayor parte del óxido puede eliminarse, o al menos mejorarse.
Cuando el agua llega a la superficie de una herramienta metálica y permanece allí durante días, el resultado es que se produce un proceso de oxidación que deja la herramienta oxidada. Pero esto no significa necesariamente que sea el final del camino para ese artículo; se necesitará grasa del codo, pero te alegrarás de saber que el molesto óxido puede ser eliminado de una superficie metálica.
- Método del bicarbonato de sodio: Enjuaga el objeto metálico y sécalo. Espolvorea con bicarbonato de sodio (se pegará a las zonas húmedas), asegurándote de cubrir todas las zonas oxidadas. Deje el artículo durante una hora más o menos, y luego frote con lana de acero o un cepillo para metales, eliminando el óxido hasta el metal. (Si vas a limpiar una sartén, utiliza un estropajo). Aclara y seca con una toalla.
- Método del baño de vinagre: Sumerge tu objeto en vinagre blanco y déjalo reposar toda la noche. Saque su artículo y raspe con un cepillo de metal o lana de acero. Si su artículo no puede ser sumergido, empape trapos en vinagre blanco y envuelva el área oxidada.
- Método de la patata y el jabón de cocina: Parece una locura, pero funciona de maravilla. Corta la patata por la mitad y cubre el extremo abierto con jabón para platos. Utiliza la patata como si fuera un estropajo y observa cómo el óxido se desvanece al reaccionar con el jabón y la patata.